El Ermitaño
Este arcano representa la búsqueda de la realización interior y el encuentro con la luz. Es tan feliz con las riquezas del mundo espiritual, que el universo material, concreto y tangible, le parece descolorido e insignificante. Esta energía no sigue a la multitud, ni soporta la frivolidad y superficialidad de la gente en general; es por eso que no suele recibir ni atención, ni comprensión de aquellos que la rodean. El objetivo de este viaje es aprender a escuchar la voz interior, descubrir la guía interna y familiarizarse con la propia fuente de curación. El Ermitaño es la máxima representación de la soledad y la sabiduría, de la austeridad material, del pensamiento filosófico de la naturaleza y del revolucionario ferviente defensor de los más débiles, carenciados, oprimidos y discriminados. Consejero prudente y con vocación eclesiástica, que se siente guiado por la fuerza superior que le prohíbe las mezquindades del mundo.
En lo concreto: Prudencia y discreción. Recibir la sabiduría de arriba implica solicitar instrucción de un especialista en el campo requerido.
En trabajo: Se recomienda no tomar ni decisiones ni iniciativas en este periodo.
En dinero: Hay austeridad económica, pero no se ambiciona más.
En amistad: Mayor compenetración en las relaciones y colaboración mental.
En familia: El estado es ausente aún estando en presencia de sus seres queridos.
En salud: Cuidar las extremidades inferiores.
En amor: Distanciamiento de una relación que se vive como dificultosa.
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